En los bajos de un edificio modesto, oscuro y lóbrego del barrio antiguo de Bangkok, la compañía de marionetas Kum Nai es una de las pocas que sobreviven con el teatro de las marionetas. El hun thailandés utiliza marionetas de varillas con las que narran historias, historias e historias.... y la maestría con la que se manejan hace que llegues a olvidarte por completo de que son muñecos de madera. En el siglo XVII el espectáculo se exportó a la corte de Luis XIV y allí no solo se occidentalizaron como espectáulo sino que se convirtió en un arte la realización de estas figuras.
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